jueves, 26 de noviembre de 2009

Que tiempos aquellos...toda una vida...


Fueron más de 30 años de muchísimo trabajo y exigencia, y cuando digo exigencia lo digo en serio.
Llegué a trabajar a las oficinas de Vicar (Víctor Arriagada) por medio de mi amigo Oscar Vega, destacado dibujante e ilustrador. En esa época yo estaba colaborando con Pepo (René Ríos Boettiger) en Condorito.
Abreviando un poco, fui el primer colaborador de larga duración que tuvo Vicar, por lo cual me tocó hacer varias cosas que depués fueron quedando en manos de mis nuevos compañeros, como la parte de la tinta, los negros y las cuadrículas.
Trabajar con Vicar fue una gran y enriquecedora experiencia. De él aprendí muchas cosas del oficio y juntos aprendimos del primer maestro Carl Barks, convirtiéndonos en sus discípulos mas aventajados. A modo de anécdota les puedo contar de que para Vicar y para nosotros, el equipo, fue motivo de enorme satisfacción saber que el mismísimo Carl Barks había expresado a Vicar: “Ah!!, conque usted es el que dibuja a Donald mejor que yo”. Demás está decir que ni Vicar ni nosotros considerábamos haber alcanzado al maestro, pero nos llenó de orgullo y satisfacción que nuestro ídolo, ese inalcanzable señor, a quien tan sacrificadamente seguimos durante tantos años, valorara de esa manera nuestro esfuerzo.
Recuerdo las exigencias en la producción de Donald y Familia. Víctor no transaba jamás en la calidad, y eso nos permitió convertirnos en el mejor equipo de producción de Donald, tanto por calidad, como por el volumen de material generado. Mas de 10.000 páginas perfectas emprendieron vuelo hacia Dinamarca, para luego ser leídas por millones de personas, en su mayoría niños.
En el estudio de Providencia estuvimos alrededor de 20 años y casi en la etapa final, Egmont Publishing, decide hacer un homenaje al trabajo de Vicar, publicándolo en “The Hall of Fame” de Disney. Para mi fue como un premio personal pues el reconocimiento es al trabajo final donde están sumados los esfuerzos de los equipos de guionistas de Egmont Publishing, coloristas, y el trabajo de arte hecho por nosotros.
El arte del cómic infantil para la Disney es una cosa seria, y los temas tratados en la elaboración de los guiones son motivo de extrema vigilancia pues el centro de la preocupación es tratar de divertir sanamente a los niños. Ese era el espíritu de nuestro trabajo. La construcción de las viñetas y cada detalle del dibujo fueron al lado de Vicar un agrado y también en ocasiones dolores de cabeza serios, ya que la búsqueda de la perfección es difícil, pero gratificante.
Recuerdo claramente que por aquel estudio de Germán del Sol pasaron los más grandes dibujantes de la época... Themo Lobos, Hervi, Julio Berríos, Máximo Carvajal, Nelson Soto, entre otros. Un recuerdo muy especial lo tienen Héctor Flores, gran dibujante, y Cristina Arriagada, con quienes trabajé tantas y tantas jornadas.
Pero el tiempo pasa y hay que emprender nuevos desafíos. Y hace un año dejé de trabajar junto a mi gran amigo Vicar. Se extraña trabajar junto a Héctor Flores, junto a mi amiga Cristina, junto a Fernando Arriagada, A la Sra. Ute y a mi entrañable amigo Pablo.
Se echa de menos a gente que fue como una familia durante tantos años, y hay unas aves a quienes les debo mucho:
¡ Hasta la vista Donald y familia!

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