lunes, 23 de noviembre de 2009

Bratesco: Una vida dedicada al comic.


Nace en agosto de 1950 en Isla de Maipo, Zona central de Chile y desde temprana edad demuestra una especial afición hacia el cómic. En la zona le conocían por Pepo (el creador de “Condorito”) y sus compañeros de estudio le decían Walt Disney por su habilidad para el dibujo. Se ríe al rememorar aquellos tiempos pues posteriormente trabajaría, tanto para Pepo así como para Disney. El destino es caprichoso afirma porque si se lo hubiera propuesto, talvez no hubiese sucedido de la misma forma.

Después de un prolongado período de tiempo (casi por 32 años) trabajó para editorial Gutenbergus (de Dinamarca) dibujando historietas del Pato Donald junto a Vicar (Víctor Arriagada). También rememora con nostalgia haber compartido profesionalmente con personalidades del cómic chileno como Pepo, Themo Lobos, Alberto Vivanco, Hervi (Hernán Vidal), Pepe Huinca (Jorge Vivanco), Julio Berríos, Máximo Carvajal , Oscar Vega, entre muchos destacados amigos y colegas.

Recuerda como particularmente hermosa la época cuando trabajaba en el diario “Clarín”, donde realizo labores como editor, diagramador y dibujante de cómic. “Había que hacer de todo”, comenta, “después de matarse finiquitando las páginas, corrigiendo textos, haciendo títulos, cómics, puzzles e ilustraciones, aun faltaba la impresión esto es el proceso en talleres, el fotograbado, el armado de las matrices en metal con texto de linotipias, luego el “cartoneo” y fundido de las secciones que se montaban en las veloces rotativas… posteriormente había que supervisar el trabajo hasta que salía la primera cantidad de ejemplares de la rotativa, todo esto a avanzadas horas de la noche, todo este esfuerzo se hacia para realizar la más vendida Edición Dominical por aquellos años (década de 1960 hasta 1973...), vendiéndose más de 180.000 ejemplares y compitiendo con El Mercurio, que ya en esa época se imprimía en offset con muchas ventajas en el aspecto técnico.

Después del 11 de septiembre del 73 tuvo que adaptarse a la situación imperante, acudió con Pepo, quien lo contrata inmediatamente para dibujar Condorito, también comienza a realizar portadas para Tío Rico y Disneylandia para editorial Pincel.

Posteriormente creara “la Patota”, un grupo de niños y su mascota, el perro Pirata. Eran situaciones humorísticas desarrolladas en una página que gustaron mucho a la familia. Convirtiéndose en la preferida por Raúl.

En la actualidad, después de haber colaborado en la realización de más de 10.000 páginas del Pato Donald, quiere cambiar el rumbo hacia la creación propia. “Desde muy joven soñaba con dibujar personajes de Disney, pero nunca pensé que sería por tanto tiempo”. Espera retomar sus proyectos y aplicar la experiencia adquirida para goce de los lectores actuales.

Algo que caracteriza a Bratesco, es que nunca le gustaron los curriculums ni los títulos, ni la publicidad. Cada vez que se le quiso hacer una nota o entrevista, argüía “que no le interesaba”. De hecho es así como no hay registro sobre su extensa carrera, en diarios o revistas… Esto es una excepción, la oportunidad de recuperar un creador que creíamos perdido.

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